La realidad y las necesidades de la sociedad hondureña exigen hoy cambios sustantivos en la concepción de los procesos educativos a fin de lograr no solo ciudadanos capaces de producir sino también ciudadanos capaces de integrarse en un bloque de hermandad, que desde su labor profesional sean competentes para contribuir a encontrar las respuestas que satisfagan la necesidades de este país.
La Universidad Jesús de Nazareth, una universidad en constante construcción social y académica a favor de la sociedad hondureña y fundamentándose en su misión y visión, pone de manifiesto su Modelo Educativo Transformador como el marco de referencia a través del cual todo aquel que forme parte de nuestra comunidad tenga la oportunidad de construir individualmente su propia ruta al éxito con calidad de vida, reconstruyendo sus experiencias previas por medio de situaciones problemáticas que les ayudarán a comprender y afrontar los retos que el diario vivir les irá presentando; desarrollando así su dimensión social como individual de modo que les permita actuar con amplio sentido ético e innovador, con excelencia y liderazgo, con creatividad y responsabilidad ante las necesidades políticas, sociales, económicas y productivas de nuestra sociedad.
Contar hoy con este modelo, es poseer uno de los elementos claves en la plataforma documental filosófica, política y normativa de la institución, que la emplaza hacia entender, orientar, dirigir y valorar la acción formativa de la cual es responsable pero que también nos compromete al desempeño exitoso de la gestión universitaria, la docencia, la investigación y la vinculación e interacción con la sociedad, desarrolladas éstas, a través de procesos de mejora continua.
Estamos seguros que la consumación de resultados pertinentes y eficaces derivados de la implementación del Modelo Educativo Transformador constituye un desafío importante para todos y cada uno de los miembros de la familia nazarena.
A los jóvenes, quienes son el presente y el futuro del país, les invito a buscar la excelencia en cada acción que desarrollen; les insto a poner en manos de Dios todopoderoso sus sueños y metas; les exhorto a llevar con orgullo el nombre de sus familias.
Recordemos que el destino de cada uno lo decide nuestra actitud, por lo tanto depende de ustedes, hombres y mujeres, el futuro de este bello país.
José María Sánchez Alvarado
Rector